Low pieces de Xavier Le Roy
Sala TACEC | Teatro Argentino
La Plata | Argentina
29 de junio | 2012
La
pieza trabaja sobre la posibilidad humana de otorgar sentido, a partir de la
generación de significaciones que ocurre cuando se pone en juego la capacidad simbólica.
El ser
humano, transcurrido su proceso de hominizacion, alcanza un estadio evolutivo
que lo sumerge en un universo simbólico y le permite dar sentidos, generar
cultura, despegándose de la materialidad del mundo que lo rodea. Low pieces
toma esa capacidad como objeto de experimentación, trabajando con y sobre ella.
El trabajo abre y cierra con dos experiencias de habla, dos conversaciones entre
público y performers. La palabra como emisario del mundo del lenguaje explicita
el juego de la dimensión simbólica. De la cadena de piezas que conforman el
trabajo, las piezas conversacionales del principio y el final, hacen presente
la capacidad simbólica en el juego del lenguaje mismo, en el acto performativo
del habla, en un hablar aquí y ahora. Mientras que en las piezas bajas
intercaladas, la capacidad simbólica se hará presente a través de rasgos, de
una gestualidad eminentemente corporal.
Las piezas bajas que conforman el arco semiótico de low pieces, se suceden en forma de diferentes acciones performáticas, eventos en los que se muestran una serie de rasgos diferenciales que permiten reconstruir la gestalt de los diferentes reinos naturales: vegetal, animal, mineral. Utilizando a la permanencia como forma de habitar el espacio en un tiempo continuo, que permita volverlo un estado, una apariencia de tiempo enlentecido, un estado que muestra al tiempo en acciones sostenidas. Se deja atrás la lógica del instante (el principio del cambio continuo en velocidad) que lleva a la inmediatez y a la urgencia de la acción para sostenerla en el tiempo e instalarla en un presente dilatado.
La performance como acción que busca instalar la mente participante en el presente -en un tiempo y espacio- continuo, ligado al concepto hindu de lograr la coincidencia de mente y cuerpo en un solo eje temporal: el presente, sin huidas, sin idas al pasado ni proyecciones a futuro. La acción se instala, ofreciendo los gestos que permiten identificar, reconstruir la arqueología de los diferentes reinos de la naturaleza. La capacidad simbólica humana reúne los elementos ofrecidos y les otorga sentido. La performance trabaja entonces en la mente, dilatando, sosteniendo el tiempo, bajando el ritmo de la acción para permitir esa sinopsis semiótica, ese presente creador. El trabajo creativo está entonces en escena, en el ofrecimiento del vocabulario de movimientos, pero fundamentalmente en la mente de quien genera sentidos, construyendo y reconstruyendo una sintaxis, a partir de una capacidad que lo distingue como humano. Como un ser ensamblador de piezas, un articulador de rasgos que diferencian sentidos.
Marina Abramovic define a la performance como una práctica ligada a lo que ocurre efectivamente en el presente de la acción performática, destacando el hecho de que, la performance, exhibe una acción real, en contraposición con la acción teatral que pone en escena la simulación de una acción … en la performance, la acción efectivamente se realiza (la situación es real, el cuchillo es real, la sangre es real[1]), llevando al espectador a participar de la experiencia junto al performer, quien le ofrece así una vivencia real del presente.
Mente-cuerpo-acción en un mismo eje temporal. Tal es la nervadura de la performance.
Low pieces sostiene la acción de mostrar una serie de rasgos que activan la capacidad simbólica, dimensión que permite percibir los diferentes reinos de la naturaleza a partir de rasgos que distinguen existencias.
Victoria Calvente
[1] Marina Abramovic en Marina Abramovic
at the Smithsonian’s Hirshhorn Museum and Sculpture Garden.